Uno se puede tardar en escribir este blog.
De hecho, en las semanas de julio estuve en la creación de varios cuentos, 20 de ellos en 20 días.
Cuentos que tenían que cumplir con las reglas de un concurso al que no entré.
Las reglas eran, o son, tres páginas, hoja carta, 1.5 espacios. Y así fueron, uno diario, porque la fecha se acercaba, se tenía que hacer.
Y se hicieron. Faltaba más.
No sé si publicarlos yo o esperarme a un concurso.
O guardar uno de ellos y mandarlo a un concurso. Algo así.
Esos fueron 20, pero esperen, ya escribí otro. No sé si deba poner los nombres aquí. De repente uno se vuelve como medio paranoico.
Pero lo que sí pondré es lo que puse en Facebook...
Una poesía... sobre un chiste del New Yorker que no tiene fecha, pero me agradó...
Había una vez un rey,
que disparara a donde disparara,
a todas le atinaba...
porque su pueblo bueno,
un poquito o muchito, le ayudaba
aunque fuera después...
Si te recuerda a algún,
gobernante,
de algún país surrealista,
donde a veces la realidad,
es mas extraña,
mucho más extraña
que cualquier ficción...
No dudes, es el rey de la mañana...
Y este rey,
seguirá disparando,
hacia cualquier pared,
hacia cualquier distancia,
su pueblo bueno, le cubrirá,
pegándole siempre al blanco
milagrosamente, después.
No dudes, es el rey de la mañana...
Y eso ocurrirá,
mientras haya pintura,
y mientras haya tiempo,
y haya gente quien le crea,
y que siempre le diga
"¡qué buena puntería, rey!"
porque flechas,
siempre ha tenido
y siempre tendrá...
No dudes, es el rey de la mañana...
Y se hará leyenda,
el rey del país surrealista,
donde se gastó tanta pintura,
donde se gastaron tantas flechas,
donde tantas paredes se mancharon,
que nadie lo podrá jamás creer...
Hoy vemos
al rey de la mañana,
con tantas flechas,
y su gente buena,
todos manchados,
con tanta pintura,
que todavía no lo podemos
jamás creer...
Pero no lo dudes, porque es él,
es él, el rey de la mañana...