Haiku 1
(Shizuka oye
Tormenta cayendo hoy
La noche, suya)
Shizuka es la reina.
Te observa.
Inventa mundos.
Inventa castigos.
Porque puede.
Porque es la reina.
Shizuka el otro día
planeó su venganza.
Pero no la llevo a cabo.
Su deseo de leche, incompleto,
incumplido, su perdición.
La hizo olvidarse de todo.
De los volcanes
del tamaño de Sonora.
De las montañas con sus
abominables hombres de las…
De las profundidades abisales y
sus grandes bestias con lucecitas.
De los océanos de metano de Venus.
De los núcleos de diamantes de Júpiter.
De que el otro día un agujero negro
se cayó adentro de sí mismo.
De un conejo blanco impuntual con un reloj
corriendo, el conejo, no el reloj.
De los siete ladrones con siete sacos
cada uno con siete gatos,
que salieron desde España.
De una sonrisa de una luna
que no es de queso.
Pero ella quería la leche remanente,
Solo un poco...
Y todo fue un sueño de ella
soñando así misma
planeando su venganza,
Mientras la pensaba,
regodeándose de ella,
Los ojitos se le hicieron
chiquitos chiquitos
y al rato se echó a dormir.
Shizuka el otro día volvió al pasado.
Lo hizo en medio de un lance de
la mesa al tope del refrigerador.
Nos engañó a todos.
Nunca mencionó que hizo un viaje
a cuando se construyó la Muralla China.
Nunca dijo que presenció
la salida de los Glaciares desde la Antártida.
Nunca presumió que despidió
al último de los Mohicanos.
Nunca se molestó en decir que cazó
a la última rata contagiada de la peste bubónica.
Y así, en medio de su salto, aterrizo arriba del refri.
Y de ahí miró su reino.
Y lloró como Alejandro el Magno,
porque ya era todo lo que había por conquistar.
Shizuka sabe que está para mandar y dormir.
Ella desea que le rasquen la espalda,
y su espalda será rascada 100 veces, no menos.
Ella desea dormir y dormirá.
Ella desea comer y comerá.
Así son los deseos de Shizuka.
Shizuka la absoluta.
Haiku 2
(Ronroneas tú,
mientras me miras, gata
Lanzas tu garra)
Shizuka me mira desde su punto de observación,
el más alto posible.
Verifica mis movimientos,
Ve si le pongo leche a mi café,
Nunca le debí haber dado,
Pero ella me controló,
Y le di un día y le di otro y otro más,
El mundo protestó:
Su majestad Shizuka su equilibrio de salud se estremeció,
Ella en su portentosa majestad, la queja nunca se dio o existió,
Solo la prohibición total:
No darle leche,
Pero ella siguió queriendo y esperándola,
La merecía, ella probó la leche y la merecía
Shizuka es probable que lo sepa todo, más allá de los tiempos,
Más allá de las nubes, lo sabe todo,
Pero cuando la leche aparece, ella se pierde, ella se obnubila,
Es su punto débil y si se entera que repites esta información,
Irá por ti y te castigará…
Haiku 3
(¡Gata Soberbia!
Protesta, no importa,
¡Abrázame, gata!)
Nunca lo menciones.
Pero sí, mientras ella ya causó un daño enorme en mi vida:
No puedo dejar de pensar en ella
cuando me tomo un café
Porque está desde su atalaya,
vigilándome, observándome…
Haiku 4
(Con ojos fieros,
Indiferente Shizu
Con su mal humor)
Ahí está Shizu,
esperando que saque la leche,
Ella irá por lo suyo
Y tiene toda la paciencia del mundo-gato, que es mucha,
Para ir por lo suyo:
Su mínimo platito de leche…
Después del mínimo platito de leche,
el mundo.
Haiku 5
(La inmensidad,
de Shizuka ahora,
En cielo duerme)