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domingo, agosto 31, 2008

Corte Transversal del México de 1965, a 43 años de distancia... Life en Español (Segunda Parte)
















Una vez más, la portada de la revista Life en Español, una que decidía scanear para pues, que el que quiera la conozca... 27 de septiembre de 1965... ni más ni menos... favor de buscar la otra en meses atras, ahorita la encuentro... ah, ya, es http://www.technotitlan.blogspot.com/2008/05/un-numero-casi-completo-de-life-en.html





















Había un sexismo por ahí, evidente y total... sumisión, sometimiento, ¿quién hacía estos comerciales? ¿Serán sólo traducciones tropicalizadas de las modas que salían de la Avenida Madison, N.Y. USA?





















El punto de vista de la Coatlicue, que fue encontrada sepa donde, pero que fue trasladada por las calles de la Cd. De México, sobre todo el Paseo de la Reforma para dejarlo en donde está el Museo de Antropología... y ahi, Haste, la Hora de México, un reloj muy popular por entonces, (¿qué se habrá hecho? ) la coloca en su comercial... eran otros tiempos...





















Aquí se muestran los talentos de los artistas de por entonces, Amalia Hernández y su Ballet Folkclórico, que saldrá más adelante en un anuncio de Ron Bacardi, y el insigne Carlos Chávez.





















Y dos ejemplos más de imágenes interesantes, Agustín Lara, que podría ser denominado Monumento Nacional viviente, en ese tiempo, por cierto ayer escuché la pieza de Solamente Una Vez en una película fuera de lugar, pero no acierto a saber cual... ahorita me acuerdo...

























Esta es una copiadora de las de antes, supongo que las que olían a rayos si estabas cerquita, es marca Apeco, que ignoro en que se convirtió en el paso del tiempo... lo interesante aqui es el punto de como se sacan un numero de copias, con un disco de marcado como los teléfonos. No sé los precios para compararlos con los de ahora... Ah, la modernidad...






















El museo de Antropología, recién estrenado en 1964. Me encanta ese techo. Lo visité en 1980, no he vuelto a ir. Ya es tiempo, ¿no? Algo le han de haber agregado a la fecha...























Esta sí la conocí, creo...























Esos pañalitos eran horrorosos, de nylon... Luego uno se preguntaba, ¿a quién se le ocurría esas cosas? Afortunadamente no recuerdo haberlos usado... pero sin embargo...




















Por un lado León Michel, entonces conocido locutor de TV, que tenía una voz muy característica, profunda y suave, anunciaba Nescafé y Raleigh creo, estaba aquí porque tenía presencia... Camisas Mariscal... Michel, con una espada, y atrás, como era normal, una mujer en actitud de adoración...






















Aquí lo que me llama la atención es que se llama Varon Dandy. Y el símbolo es un sombrero de coppa, unos guantes y un bastón. ¿De quién fue la última fiesta y cuando que se usó esa vestimenta en México? Una vez más, una mujer típica que definía masculinidad y virilidad con una loción que se llamase así. ¿Y la Old Spice?





















Las polémicas jamás se han alejado de México. En 1964 la controversia de los libros de texto obligatorios. Por un lado, la derecha, que afirmaba que se sacrificaba la libertad...























...por otro lado, alguien que representaba la otra opinión, de que se "integraba al mexicano", lo que sí es que esos libros supuestamente te inculcaban el respeto a los mayores, y por decir al analizar esto, se dice que de paso, sutilmente, se lograba que los mexicanitos y mexicanitas, les fuera natural obedecer y respetar a sus mayores, y a la autoridad y a todos quienes les pudieran ordenar... Sólo habría que esperar algún reporte largo y concienzudo si algo de esta ingeniería social de la psique del mexicano fue en ese sentido.


Algo mas, el señor se apellida Salvat, ¿algo que ver con la enciclopedia?





















Y el debate seguía y ahí estaba, en pequeña imagen, La Patria, de la que hablé al mero principio de que escribí en este blog... corría el año de 1965... y lo que faltaba....

lunes, agosto 25, 2008

El Reino del Bien contra el Mal, donde La Caricatura es el Mensaje

Esto lo escribí para un comentario sobre caricaturas que salió en El Universal... En lugar de que se quedara ahí, olvidado, preferí traérmelo para acá.

A ver que les parece.

El contexto era hablar de las caricaturas que uno se acordaba de la infancia, y ya... No se necesitan más pretextos, ¿o sí?

La formatearé para que se lea mejor... ¿ok?

En Monterrey y Tampico, en los años de 1967 a 1973, alternadamente, se veían:

las caricaturas de Disneylandia (que eran raras y que normalmente las cambiaban por documentales de lobos y perros y zorros),

Viaje Fantástico (la versión de caricatura de la película de Raquel Welch),

Jonny Quest (con su poderoso tema musical, impresionante),

Hércules (con su anillo de poder que brillaba y que caían rayos),

Simbad (con su cinturón superpoderoso donde también, caían rayos),

Los Chicos del Espacio (¿alguien se acuerda de sus nombres?, "Cosmito,...el malvado Capitán Meteogro y su fiel compañero Estático"),

Fantasmagórico (con su carcajada retumbante y su poderoso enemigo, ZEEEEEEERO!!!),

Defensores Interplanetarios ((así se llamaba, ¿no?) con el Dragón, Sandor, los seres raros esos que parecían de gelatina, etc.),

el Trío Galaxia (extraidos de quien sabe donde),

la caricatura de los Beatles (que recuerdo muyy vagamente),

Migthor (el tipo Batman-Superman volador de la prehistoria),

Marino y la Patrulla Oceánica (muy ecológico en los créditos),

Sombrita (esa sí era de miedo, oscura, satánica, con un villano llamado Ghoster, excelente nombre de villano),

El Hombre Par (divertida),

El Hombre de Acero (un robot tipo Gigantor, hipersencillo y manejado a control remoto),

Juancho el Lagarto (divertísimo, la película de ContraCara, la de Cage y Travolta, tienen una escena muy similar a los créditos de Juancho, con su lancha hiperrápida),

Los Banana Split (especialmente con la Isla del Tesoro),

Tiroloco McGraw (CAPAZORRROOOO!),

Pixie y Dixie (con sus deliciosos acentos españoles y cubanos),

Canuto y Canito (el zen de los dibujos animados),

Batfink (su capa era superresistente),

Superpresidente (extraña),

Thom, de T.H.U.M.B. (liliputiense),

la Sombra Espía (esquizoide),

Autos Locos y el Escuadrón Diabólico (delirantes),

Aventuras en el Año 5,000 (fabulosas),

Maguila Gorila (buena onda),

el Hombre Araña (su soundtrack era algo hipermodernos, jazz y toda la cosa, su sentido del humor, genial),

Clutch Cargo y el Angel del Espacio (realizados por la misma compañía, en ellos sólo se movían los labios, que eran sobrepuestos al dibujo, que sí era estático),

Los Cuatro Fantásticos (sacados casi directamente de los dibujos de Jack Kirby),

Thor, El Capitán América, (igual que el anterior, de Kirby, con cuadros fijos en su mayoría, pero que eran manejados con gracia, audacia y soltura),

Centellita la Tortuga y el Mago Comodón (¿?) (que eran viajes en el tiempo y que la película The Matrix, les hace un pequeño homenaje a esas caricaturas, al Neo pedir que lo sacaran de prisa de The Matrix con las frases que la Tortuga le pedía al Mago),

las viejas viejas caricaturas de Superman y Superboy (¡A LUCHAR POR LA LIBERTAD! y rompía una pared de ladrillos),

además de muchas caricaturas de Warner Brothers, clásicas ya, que sería extenderme haciendo el indice de ellas, y sólo comentar el terror que se sentía de que algún programa se quedara en segunda parte, porque la probabilidad en aquél entonces de conseguir verla, era más nula que la de que el PAN y el PRD se pongan de acuerdo alguna vez en lo que resta de nuestras vidas.

Ahora puede que las nuevas generaciones tengan a Dexter, a los Padrinos Mágicos, a Ranma y Medio, a Bob Esponja, bueno, cada quien su generación... y ya nos leeremos en diez años, con las nuevas opciones, nuevos humores, nuevos creadores, nuevos enfoques, nuevos limites, nuevas técnicas, nuevas tendencias...

Sencillo... El vanguardista de hoy será el nostálgico de mañana...

Con aprecio, Luis Eduardo,

El Efecto Wal-Mart o el Efecto Pecera, ¿cuál prefieres?


Hay algo de esquizoide en este asunto de Wal-Mart. Tiene algo que me llama la atención que no sé como explicar.

El comprar, el saber como es la cosa al respecto de sus maneras, sistemas, procedimientos de venta. La parte de cómo el fabricante lleva sus productos al consumidor a través de Wal-Mart.

Me causa asombro todo eso. No es sencillo de entender el motivo de mi asombro, lo sé perfectamente. O sea, darse cuenta de cómo nosotros hacemos cosas que tenemos que hacer, que no nos queda remedio el llevar a cabo. Que estamos condenados a realizarlo.

Casi es como decir que no existe el libre albedrío.

Uno se va por donde tu sentido de conveniencia te dicta. La cuestión finalmente deriva en lo económico. La economía es la ciencia que de manera simplista al extremo, se ocupa de manejar los recursos limitados y escasos con los que se cuenta en una situación determinada.

Porque los recursos son escasos. No fluyen como debieran. Para nadie. Bueno, pensándolo bien, casi para nadie.

Entonces, la cosa es simple. Tú vas a donde te rinda más tu dinero. Todos lo hacen en su juicio correcto. En su percepción de las cosas. No hay nada de malo en ello.

Pero aún así, hay algo. Hay algo que está mal. Y que si no es el apocalipsis, que bueno, no lo es, si sucede algo que no está… bien.

Es como si yo fuera un pescadito y tratara de explicar la naturaleza del agua que me rodea, incluso con la situación de que se que se ensució y no sé de donde siquiera vino la porquería. No acierto a saber de donde.

Y es como el pescadito tratara de explicar que hay afuera de la pecera. ¿Que hay más allá fuera de ella? ¿Cómo imaginar un marco de referencia fuera de mi existencia?

O sea, no se trata esto de una pecera ni nada de eso, sino de que Wal-Mart nos rodea y la gente no se da cuenta. No le pone interés. Y al final de leer este artículo sé con seguridad que ni siquiera podremos hacer nada en contra o a favor de ello. Hay una sensación como de angustia. De inevitabilidad.

Y lo peor, sabiendo lo que sé y ni puedo ser indiferente y hace tres horas estuve ahí. Y compré. Y el sábado iré ahí de nuevo. Y compraré.

Sabiendo lo que sé.

Y quizá olvidaré lo que leí, y la gente a quien le cuento, que es mucha, también lo olvidará. Y comprará ahí, sin problemas, sin pensar en lo absoluto en nada más.

Es natural, si me pongo a pensar en ello.

Y eso no se puede evitar. Porque no puedes salirte de la pecera.

No te puedes aislar tanto del mundo. No te puedes alejar de él.

Ni de Wal-Mart.

Leí ya (¡por fin!) el libro llamado El Efecto Wal-Mart, de Charles Fishman.

Todo es un gran contexto. Todo es entender el contexto, como siempre. Esa es la clave.

Y sobre la clave de todo esta obsesión Fishman dice: La escala es la escala.

Wal-Mart entra en una zona con precios bajos. Todos van ahí. Es natural. Todos vamos ahí. Y dejamos de ir a las demás. ¿Para qué, si es más caro allá?

¡Claro!

y… esperen… ¿qué pasa con nuestra tiendita a la que íbamos? Llámese zapatería, tienda de ropa, óptica, juguetería… Pero ellos saben como llevar su negocio, ¿verdad?

Y si no pueden sacar adelante a su negocio en tiempos de globalización, en tiempos de neoliberalismo, en tiempos de competencia, en tiempos de todos-alambrados-now, es problema de ellos. Les han de haber faltado sus clases de economía, de administración, de planeación, de competencia. Eso te pasa por… no haber leído tu Harvard Business Review a tiempo.

Y las tienditas empiezan a cerrar. ¿Todas? No, no todas. Unas aceptan el reto y se lanzan a vender mejor, entiéndase “mejor” el asunto de abrir mas temprano, conocer mejor al cliente, atenderlo mejor darle ese sentido de calidez que en otras partes, y subrayo, “otras partes” no le podrán dar nunca.

Y la vida sigue y uno como cliente, vas a donde tus pesos rindan más. ¿Opciones? ¿Criterios?

Todo se ajusta. Todo.

Los precios, por decir.

Básicamente las palabras mágicas de WM son: “PRECIOS SIEMPRE BAJOS”.

No es publicidad, o flor, de un día. Ese es su motto, su lema, su tagline, su slogan, su biblia, su principal mandamiento. “PRECIOS SIEMPRE BAJOS”.

No se mucho de economía. Sé que sé de futbol más que de economía. Mis amigos, sobre todo Martín, me dice, “¿tú que &/%&/$ sabes de futbol?”

Buen punto.

El precio de las cosas. ¿cómo se sabe del precio de las cosas? ¿cómo las cosas han llegado a tener precio? Quiero decir, “ESE PRECIO”.

Estoy leyendo también un libro sobre el libro más conocido de Adam Smith, que se llama Sobre la Riqueza de las Naciones, escrito por P.J O’Rourke, un viejo escritor conocido de las páginas de la revista Rolling Stone. No estoy leyendo el libro original. Ese cuenta con ochocientas o novecientas páginas y al parecer es complejísimo. Escrito en 1776 cuando los Estados Unidos apenas estaban independizándose.

Y habla de muchas cosas sobre economía, precisamente. Sobre comercio, producción, incentivos, ganancias, y sobre todo, precios. Dice por ejemplo que los españoles siempre estuvieron equivocados al buscar minerales como oro y plata en los países recién descubiertos. Que debieron hacerle mejor como los tártaros (que no sólo inventaron la susodicha salsa, sospecho), que más bien preguntaban ¿Dónde está el ganado?

Que finalmente eran más sabios los tártaros. El ganado no sólo se puede vender, también se puede comer. Y la plata y el oro, mmm, no tanto. Primero encuéntralo, luego sácalo, luego trasládalo, luego déjalo apreciar y que eso después de utilizarlo, te dé algo valioso. Largo el proceso.

El ganado es, más simple.

El precio pues. Ahí está la clave. En el trabajo me dan dinero por lo que yo hago, no por lo que yo sé. Malo el cuento desde el principio. Y con esos recursos con los que el que me emplea me da, pues a sacarles el mejor provecho.

Hoy compré unos M&M’s de 150 gramos a casi trece pesos. El precio normal son 18 pesos. El de ellos, no tengo idea del precio “normal”, sólo sé a cuanto los he visto en otras partes.

Por decir, el paquete de 47 gramos está a 7.30 ahí mismo, en unas Farmacias de cadena nacional está a 10 pesos. En un cine están a 22 pesos. El mismo paquete. Son casi un M&M el gramo. Es decir, que el en la primera opción normal, la de 7.30 el M&M me sale a 16 centavos el chocolatito. El segundo caso sale a 22. El tercero, el del cine, sale a 47 centavos. Medio peso un chocolatito M&M. Un tostón. Veinte M&Ms por dólar. O veintiuno. El cine es el cine.

Pero compré en una tienda Aurrerá (o sea, Wal-Mart bajo otro nombre) hoy mismo 150 gramos de M&Ms no a 18 pesos, precio normal, o sea 12 centavos por chocolatito. Lo compré a 12 pesos 70 centavos. O sea, 8 centavos por M&M. El rojito, o el azulito o el verde, o el café. Cualquiera de ellos, a ocho centavos.

El precio. El precio. El precio. Precios siempre bajos.

Siempre me pasa lo mismo cuando toco el tema de Wal-Mart. Me excedo, pero es que, es tanto material de este asunto…

Y lo hice por mi autointerés. Eso lo dice Adam Smith. Se me permite pensar en ello. Mientras sea legal, honesto, moral, no sé, los preceptos que se consideren, pero eso es básico, lo de mi autointerés.

Mi conveniencia.

Al cabo los de la compañía Mars, Co., saben lo que hacen, los fabricantes de chocolatitos. Deben de saberlo, ¿no?

Pero.

Hay costos debajo de esto. Muchos. No todos son gente como Procter & Gamble, que se fusionó con Gillette, para hacer un gigante proveedor frente a lo que sea Wal-Mart. Y todos tienen que aguantar el Tsunami de lo que es Wal-Mart.

El Tsunami que es, no que viene, que es.

Wal-Mart, precios siempre bajos. Siempre. Siempre. Siempre. Siempre. Siempre…


Y esto sigue luego, con su colofón... ¿ok?



The Wal-Mart Effect, de Charles Fishman. Impactante. Leánlo. A ver si no se quedan en su super de preferencia mirando esos precios (SIEMPRE BAJOS) y preguntándose, ¿qué onda, qué onda con esto?





viernes, agosto 01, 2008

La Pasión de Al Gore



No acostumbro a escribir sobre política americana. Ya complicado es escribir sobre política. Todo se puede resumir finalmente a hablar sobre el PODER. Quién quiere el poder. Quién quiere dinero a través del poder, etcétera. Y sí he conocido personas que quisieran estar en política para hacer bien a la gente, a lo que se llama sociedad en sí, ¿no? A ese ente colectivo que no parece tener voz, aunque aparente que lo tiene cada tanto tiempo.

Y que es cierto que muchos astutos políticos se aprovechan de la indiferencia e indolencia de la mayoría (y a su inmensa cacofonía de voces le agregamos que no aciertan a saber su papel en asuntos de por sí complejísimos que ni de chiste aciertan una) echando andar maquinarias fallidas desde sus fundamentos para decir que llevan a cabo referéndums disque para obtener una respuesta que a todas luces es sesgada, y que sólo sirven para mostrar lo manipuladores que son y de lo que son capaces para llevar a cabo su visión maltrecha de lo que este país (México) requiere.

Y ahora leí un editorial del New York Times.

Me agrada Al Gore. Podrá parecer muy tieso y podrá no ser Bill Clinton. Podrá ser demasiado conservador para ser demócrata. Podrá querer ser Bono. Podrá querer ser líder de nuevo o vicepresidente quizá.

Sí estoy seguro de que fue robado en 2000. Pero de cualquier manera aceptó que el sr Bush fuera el presidente, para no darle más problemas a su país. Se necesita nobleza para ese tipo de actitud, sacrificio y demás.

Y ahorita trae otro rollo. Como ya ha andado en cosas de tipo ecológicas, y el tema del petróleo es recurrente, sigue en las andadas de ser uno de los más importantes interlocutores del mundo, iba a poner occidental, pero no, del mundo... entero. Y cuando alguien está imbuido de esa calidad de generar poder de convocatoria, pues lo hace, sin temor a quedarse sin público.

Y ese el caso de la semana pasada que dio un discurso sobre como los Estados Unidos se deben de conducir o comportar como una gran nación y hacer algo real, acerca de su dependencia autodestructiva y finalmente insostenible en los combustibles basados en carbón para sus necesidades de energía del Siglo XXI.

Gore lo que quiere es proponer un desafío estratégico respecto a que los USA consigan el cien por ciento de su electricidad de fuentes renovables dentro de diez años.

Cien por ciento. En diez años.

¿Cómo? Enfocándose en energía geotermal, de viento y solar. Ya no sólo es factible tal tendencia, sino esencial, dice el editorial.

El editorial agrega que Gore está dando un sentido de urgencia del que carecen las campañas presidenciales.

Y que lo malo es la sociedad está escéptica, si no es que fóbica, acerca de cualquier progreso en ese sentido.

Aquí pienso yo que hay una gran letargia entre la gente. No parecen los gringos saber, recordar, que están en guerra. Igual les pasó en la Segunda Guerra Mundial, al parecer, según lo consignó Ernie Pyle, insigne corresponsal de guerra de aquellos años, al visitar su país después de pasar mucho tiempo en los campos de batalla,


Los ataques del 11 de Septiembre de 2001 están cayendo en áreas cada vez más relativas a leyendas y mitologías, y estoy seguro que la inmensa mayoría de su población no recuerda de que nacionalidad eran la mayoría de las personas que volaron esos aviones, árabes sauditas, de que no había ningún iraquí, y que sí se pone a pensar alguien por mas de 15 segundos, no llegará a la respuesta correcta de porqué USA está en Iraq en estos momentos (además de la obvia del petróleo, claro).

Y la solución que propuso George en ese entonces fue “sigan comprando” ...para seguir manteniendo la tasa de consumo que es la que a final de cuentas hace crecer a su país, de manera un tanto incorrecta, como fuera mejor el caso del ahorro y el de ser más productivos en base a inteligencia y esfuerzo… Temas que inciden en los problemas hipotecarios que asolan hoy por hoy a los USA y por ende, a todos nosotros mortales.

Gore llega en un momento en que el de la atención es Barack Obama. Deseo de todo corazón que Obama gane. McCain se me hace buena persona, pero sólo eso (digo, a simple vista y sin ahondar en pasados).

La gente empezará a decir, continua el editorial, que los obstáculos tecnológicos pra esa transición histórica de teconologías de combustibles son muy pesados, duros, rudos, altos y que, finalmente, como en todo el mundo, y hago hincapié en TODO EL MUNDO, los costos políticos son muy altos.

Dice el editorial que ese es el detalle de (nosotros, claro) los visionarios, que no es cosa fácil el obtener lo que se ambiciona y “visiona”.

Gore dice y eso es clave: “Necesitamos una inversión gigantesca, masiva, para transformar nuestra energía de infraestructura de una que confía en un combustible caro y sucio a uno que es gratis. El viento y el sol y la geotérmica no se van a acabar y no se tienen que importar del Golfo Pérsico, y no incrementan su precio…”.

Y dado que el único factor que controla el precio es la eficiencia e innovación que va en lo que será el equipo que transforme la electricidad, una vez que se comienza con la escala, la que se está anticipando, los sistemas bajarán de precio."

El editorial dice que no cuentes con que la gente se vaya de inmediato a comprar sus kits de como hacer un Molino de Viento en casa.

Y me encantó lo que siguió:

“¿Cuándo exactamente ocurrió que los USA se volvieron en una sociedad de “NO-PUEDO-HACERLO”?

No fue al mismo comienzo cuando 13 mugrosas colonias fueron a la guerra contra el imperio mas poderoso del mundo en ese momento.
(¿Imperio mas poderoso del mundo? ¿En ese momento? Me suena, me suena). No fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando Japón y Alemania Nazi tuvieron que ser combatidos simultáneamente. No fue cuando en el período en que les dio a los europeos el Plan Marshall y una robusta Ley de los Soldados, G.I. Bill y el sistema de autopistas interestatales y el programa espacial y el movimiento de los derechos civiles y el movimiento de las mujeres y la más grande sociedad que el mundo ha tenido.”

¿Cuándo ocurrió?

Ahora, concluye el editorial en ese punto, de manera trágica a todas luces: “Ahora ni aun pueden levantar a Nueva Orleans de sus rodillas”.

Una parte clave que dijo Al Gore es: “Estamos pidiendo dinero de China para comprar petróleo del Golfo Pérsico para quemarlo de maneras que destruyen el planeta.”

Los americanos estan pesimistas, tanto, que muchos creen que los mejores días de USA están en el pasado.

Pero como termina el editorial, “no importa si la propuesta de Gore tiene fallas, o se tarda mas de diez años, o que le falte mucho para ser factible, la cosa es el objetivo”.

Ese es el punto. La cosa es el objetivo.

Y hay gente, que piensa que la solución es taladrar en Alaska, otros que piensan el sueño demasiado abstracto y narcotizante de que el petróleo es nuestro (y que creen que con su referendum de respuesta mínima ya hablan por toda una nación).


Pero dejando fuera el bullshit (perdonen mi francés):


La. Cosa. Es. El. Objetivo.