Siguiendo pues, lo de su libro de Anecdotario de una Vida Inútil... pero Divertida, llega un punto que alguien le dice a Fulana dentro de su narración que “¿por qué no cuenta su o sus historias de tal manera que lo que le ha pasado en la vida, le sirva a la gente”?
Y no dudo que algo similar a eso se han de haber dicho miles de personas a otras miles de personas que al oír extrañas historias, complicadas historias, misteriosas historias, divertidas historias.
Pero pocos, muy pocos hacen caso acerca del escribirlo, y no dudo que el mundo lo agradezca, pero en un grupo muy pequeño de personas sí surge una necesidad más allá de comentarlo.
(A mi me ha pasado mucho que la gente se me acerca y me dice, “eso no es nada, si quieres te puedo contar mi historia para que hagas una novela, porque mi vida sí parece de novela, y si te haces millonario, nos dividimos las regalías, ¿cómo ves?” Me lo cuentan como si fuera la más fascinante oferta que he oído en mi vida… y siempre me les quedo viendo y pensando ¿qué se les puede contestar? “A la siguiente, ¿qué te parece?” Se quedan contentos.)
Así fue como la persona detrás del seudónimo Fulana de Tal, decidió llevar a la práctica tal consejo, y si lo vemos fríamente, ella hizo lo que mucha gente no ha hecho, ni hará, escribió su libro, lo imprimió y lo vendió.
¿Cómo lo hizo? Bueno, creo que jamás lo hubiera yo sabido si ella misma no lo hubiera explicado claramente (creo) en los últimos capítulos de su libro.
Todo comenzó como dije, con el tema de que se puso a escribir su libro a máquina como ella creyó que debía ser. Al final ya que lo tenía, se le ocurrió que debía imprimirse en alguna editorial y fue así como…
…a través de desventuras, aventuras y milagros no sólo consiguió imprimirlo, sino que consiguió que el primer actor de entonces, Augusto Benedico, le escribiera una recomendación que viene en la parte de atrás del volumen, pero lo más extraordinario para la época, para todas las épocas, fue que consiguió que el mismo Jacobo Zabludowsky, a través de, al parecer, encuentros fortuitos, consiguiera que se lo leyera, y no sólo eso, sino que lo recomendara a todo México por televisión, y aún más, que la entrevistara por la misma, oculta y todo.
Yo creo que esto equivale en estos días de audiencia hiperfraccionada, pulverizada y fuera de sincronía, a que te entreviste López Dóriga, Loret de Mola, Carmen Aristegui, Javiér Solórzano, Dennise Maerker, Yuriria Sierra y Sergio Sarmiento, ya no el mismo día, pero sí la misma semana.
Tan poderoso, enfocado, concentrado, amplio era el poder de la influencia ejercida sobre sus televidentes del señor Jacobo Zabludowsky.
Por cierto, esto es lo que escribió Benedico:
"Escrito con una cautivante espontaneidad, sin ningún propósito de hacer "literatura", "ANECDOTARIO DE UNA VIDA INUTIL... PERO DIVERTIDA" es un libro sorprendente en le que una mujer, una joven de hoy, de este instante, con aparente frivolidad y desenfado, pero, en el fondo, con una profunda visión crítica y agudo y certero humorismo al hablarnos de su vida, en realidad, nos hace el análisis despiadado de un medio, de un ambiente familiar y burocrático, en el que viven, sufren y gozan millares y millares de muchachas de nuestra clase media que trabajan,
FULANA DE TAL, autora y progatonista (sic) de este libro valiente y apasionante, se nos descubre en sus páginas como una mujer excepcional que, como escritora, también va camino de serlo."
AUGUSTO BENEDICO.
Así, de esa forma tan fortuita, sucedió lo increíble, apareció un bestseller de la noche a la mañana que al menos en la 4ta edición se hicieron 15,000 ejemplares más sobrantes para reposición… así de sencillo, así de complicado.
Para dar una idea de cuantos son 15,000 ejemplares, bueno, sólo hay que contrastar que en estos días, un libro se considera editado sólo con 1,000 ejemplares, y después, a esperar que se venda para imprimir otras 1,000 y así. Puede tardarse meses. Si vendes 3,000 tu libro es considerado un bestseller.
Y la Fulana vendió y vendió, no sé cuantos, esto de los libros vendidos por alguien es muy difícil, más a la distancia, pero podría ser un buen cálculo decir desde 40,000 hasta, ¿por qué no? sus buenos 60,000 unidades.
Y lo hizo sin editorial. Sólo con el impresor. Claro, eso debió bastar para ser notable y el hecho que no encuentre yo algo en internet que la muestre a ella como autora relativamente importante, como por ejemplo en uno de los libros de sucesos más representativos que se conozca sobre México y sus últimos 75 años de historia, pues como el de José Agustín, Tragicomedia Mexicana 2, que cuando le dedica espacio a la cultura popular, a las artes populares, a los personajes incluso marginales, al menos una palabra o comentario, muestra el desprecio, o al menos indiferencia, al no mencionar siquiera la notable ocurrencia de la señora Fulana de Tal.
Eso es lo que me parece.
Así las cosas, pues, no me queda más que remediar un poco eso y hacer mención del libro en estas líneas, aquí en Internet, como muestra pequeña de lo que pasó en esos años con este libro de Anecdotario, etc.
¿Qué pasó con Fulana? ¿Se hizo millonaria? ¿Sacó muchos libros más?
No, no fue así, supongo. Lo del dinero ni idea, lo de sacar otros libros pues... sólo supe de dos, el de M.S.O. o “Mientras Sale Otro”, que un día lo podremos leer en Internet, si la Universidad de Texas y Google Books así lo deciden, mientras les comento que también se puede conseguir en lugares de libros de segunda mano.
¿Vale la pena leerlo, ese su segundo libro? No lo sé. Dicen que no fue tan bueno, quizá era repetición del otro, con los mismos garrafales errores, quizá ya no cayó tan simpática, quizá el público esperaba otra cosa, pero en honor a la verdad, creo que se puede leer posiblemente sólo para completar lo que escribió la señora. Sólo for the sake of it.
Luego, investigando un poquito más, en 1991 sacó otro libro llamado Santihago Polvo... no tengo ningún dato de él, por Internet hay varias personas que hacen referencia del mismo mencionándolo como libro favorito, pero no agregan nada más.
¿Qué sucedió entonces con ella?
Al parecer ya murió, no sé de qué, ni de qué edad, ni cuándo, sólo sé que murió, ¿cómo lo sé con cierta seguridad? Pues… por dos o tres pistas que he leído por ahí. Ahora tendría alrededor de 60-65 años, posiblemente...
Si alguien quiere saber el dato exacto no tiene más que seguir el hilo de lo que se puede deducir a lo ya visto. Repito, está al alcance de todos.
¿Por qué no lo hago yo mismo?
Porque le tengo respeto a Fulana.
Porque me gustó su libro, y de hecho este escrito es un homenaje a ella.
Porque se atrevió a escribir y más que eso, se atrevió a publicar algo así, imperfecto, lleno de errores de ortografía y demás, pero honorable, un esfuerzo siempre, a mi parecer, honesto, de querer mostrar su mundo, su entorno, su ser, su humanidad, y de paso, su mexicanidad, que sin ser Octavio Paz, o sin ser Rosario Castellanos (hey, ¿qué quieren?), también ella es mexicana y sabía lo que era ser parte de ese México setentero que ya va cumpliendo los 40 años y que sigue siendo incomprensible, así como lo vemos en la tv, o en los documentales, o en los libros de historia en los cuales se desliza y que nosotros mismos sin poder creerlo nos contenemos apenas de decir, sí, también vivimos en esos años.
Porque ella quiso ser anónima por temor a su entorno y a las posibles consecuencias, idea un poco fuera de lugar en estos tiempos de Wikileaks y de grabaciones privadas expuestas, Internet, ley S.O.P.A. y tanta y tanta cosa.
Se quedará anónima. A nadie le interesará saber quién era ella, nadie pide su foto, nadie clama por su identidad.
Su libro, todos sus lectores están conscientes, fue sólo eso, quizá un accidente en el ámbito de libros de esos años, un anecdotario de una vida inútil, pero divertida… que cumplió con sus lectores, que cumplió con su momento, que cumplió con ella misma…
¿Qué más se puede pedir?
Fulana de Tal, un saludo, donde quiera que estés…
Y este es el video que hice al respecto... por si quieren verlo...
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Por cierto, aprovechando el viaje, si quieres conocer de mis libros, estos están en ---> Amazon... <---