El Diario Estoico, 9 de noviembre, Mes de la Aceptación y de
Amar lo ocurrido
“El universo es cambio. La vida es opinión”.
—MARCUS AURELIUS, MEDITACIONES, 4.3.4b
En La vida de Teseo de Plutarco, describe cómo el barco de
Teseo, un héroe ateniense, fue preservado por la gente de Atenas en condiciones
de batalla durante muchos siglos.
Cada vez que una tabla se pudría, sería reemplazada hasta
que finalmente se reemplazaran todos los palos de madera que había en ella.
Plutarco pregunta: ¿Sigue siendo el barco de Teseo o es uno
nuevo?
En Japón, un famoso santuario sintoísta se reconstruye cada
veintitrés años. Ha pasado por más de sesenta de esos ciclos.
¿Es un santuario de 1.400 años de antigüedad?
¿O sesenta santuarios consecutivos?
Incluso se podría decir que el Senado de los Estados Unidos,
dadas sus elecciones escalonadas, nunca se entregó por completo.
¿Es el mismo cuerpo formado en los días de George
Washington?
Nuestra comprensión de lo que es algo es solo una
instantánea, una opinión efímera.
El universo está en un estado de cambio constante. Nuestras
uñas crecen y se cortan y siguen creciendo.
La piel nueva reemplaza la piel muerta.
Los viejos recuerdos son reemplazados por nuevos recuerdos.
¿Seguimos siendo las mismas personas?
¿Son las personas que nos rodean las mismas?
Nada está exento de esta fluidez, ni siquiera las cosas que
consideramos más sagradas.
***
Del Libro "El Diario Estoico , 366 meditaciones sobre
sabiduría, perseverancia, y el arte de la vida", "Destacando nuevas
traducciones de Séneca, Epicteto y Marco Aurelio", de Ryan Holiday, 2016.
Traducido sin permiso, por alguien que se sorprende con
"La vida es opinión" ,vaya, que interesante se puso esto. No no somos
los mismos, pero sí lo somos porque la raiz de nuestro razonamiento está en el
pensar que somos, como decía Descartes, lo del "Pienso luego Existo y
deseo cosas, muchas cosas". Y pienso otras, en muchas otras.
Y por ello una cosa, sea lo que sea esta, lleva a la otra,
sea lo que sea ella. El caso es que lo fluido del universo es parte de nuestro
ser y estar.
Ahora, lo de Teseo y su barco reconstruido clavo a clavo,
madera a madera, golpe a golpe, cuerpo a cuerpo. ¿Importa si es el mismo barco?
O sea, ¿a quién le puede importar? Es la idea, ¿no?
Es como las pirámides de Teotihuacan o la de Kukulcán, que
fueron reconstruídas a partir del desastre en las que estaban las condiciones
desde todos los siglos cuando el gobierno de México le dio por salvarlas por
aquellos años nacionalistas de los 30s, o por los símbolos que ellas
significaban para el pueblo de México que bien siempre ha necesitado de su
mitología.
Las empedraron, las afilaron, las chulearon ¿para qué? quizá
para ser símbolos más que ser temas turísticos, lo cual no estaba mal
realmente.
El tema es la idea detrás del templo, del ídolo, de la
imagen. Siguen siendo las mismas ideas, solo con pequeñas evoluciones, porque
eso sigue, el cambio, se sigue dando. Ahora el Sr Zuckerberg trata de implantar
el Metaverse, su idea del Universo que
nos dará a cambio de este, con la idea de que todo transcurra dentro de
nosotros, con lentes especiales y de ahí tener reuniones, interacciones,
transacciones desde nuestro escritorio o sala o espacio.
Es como ciencia ficción, es como lo que se proponía el
cyberpunk de los 80s, o lo que se proponía Aldous Huxley, que es como una
especie de Un Mundo Feliz con lo de la sociedad dividida en los más y los menos
favorecidos, los que no tengan esos lentes especiales con los que sí los
tengan, bueno, todo es un enfoque para iniciar o pensar.
Eso sí que no cambiará, los que tienen acceso a ese universo
en flux y los que no. Los que podrán
opinar de la vida en esa transición y gozarla y los que no. Así que...
esperemos estar donde nos interesa, donde podamos y nos exijamos ser relevantes en ese estar.
Y podrá el universo ser el nuestro, o ser el reflejo del
nuestro o ser la réplica del nuestro, pero seguirá siendo el nuestro de extraña
manera, navegues como navegues en él o ellos. Pero pensandolo bien, si te pones
a mirar este universo en el que vivimos, pues ya sabemos el riesgo, los
comerciales que nos invaden en nuestros ires y devenires, pero a veces no los
vemos, afortunadamente aprendemos a ignorarlos. Pero una cosa es clara, el
señor Zuckerberg, ¿crees que nos dejará
entrar en su nuevo universo, gratuitamente? Tampoco yo. En su pensamiento el
"universo no es cambio", es sólo el medio a través del cual seguirá
haciendo su caja registradora Kaching! Kaching! Kaching! Alma caritativa. Aja.
Asilascosas.
#diarioestoico
No hay comentarios.:
Publicar un comentario