NnCt 1,011 de 1,440 suspiros que espero y desespero para ser respirado y aspiro a que nunca expire tu amor que una ocasión esperé y esperé en vano.///
MICRORRELATO 1011 EL DEL TREN EN VANO Y UN GATO NEGRO
Tal como el tren que vino por mí en la soledad de la estación, Ana, y yo sólo con una maleta y dentro solo un cambio de traje con la idea de que ya nunca volvería de subirme a ese tren y que yo creí, romántico que sólo era uno, que vendrías a detenerme y ya en ese instante sonaba el silbato del tren y mi corazón también redoblaba como tambor a punto de romperse y fue de impacto entender comprender realizar que nunca llegaste ni llegarías y me tuve que salir, pero antes vi que todo se pausó, de una rara manera me sentí que me quedé en medio y me llené de una inmensa angustia y ansiedad, solo sentía el viento en la mejilla y mi barba, pensé ocioso que debí haberme rasurado, pero a veces siento que eso es inútil, que era algo que te gustaba, Ana, sentirme suave, era una broma de los dos, yo te decía lo mismo, que a mí me gustabas, ya sabes de qué hablo, y al hacerlo yo, pensaba en nuestra broma, pero Ana, tantos días en silencio, yo no quise irme, pero me sentí obligado, tus preguntas, tus molestias, una vez más con lo mismo y sí, me enojé, y dije, no, ya no voy a estar contigo y eso te pesó, y te molestó, yo no sabía que el hecho de que yo, el hombre, me negara a tener… intimidad, ¿prefieres que le diga así?, pues sí, me negué, pero tú pensabas que negarme era lo peor del mundo y no es lo peor del mundo, uno como hombre, bueno, no es que yo diga, hay acción, y después no hay acción, y después sí hay, y que sea yo el que lo decida, y he pensado que, sólo te molesta que yo haya sido eso, quien lo decidió, Ana, quizá ahí cometí mi error, y esta gente que pasa a mi lado, no la conozco, no significan nada para mí, la única que significó algo para mí, eres tú, Ana, pero tal vez me equivoqué, y sé, Ana, que no me lees los pensamientos y que nunca te diste cuenta que lo hice sin pensar, pero ya que importa, ya cuando los eventos se dirigieron hacia el precipicio y solo pensé en mi silenciosa angustia y ansiedad que me duró por mucho mucho tiempo... uno es egoísta y sí, Ana, fue demasiado el tiempo, el silencio, la separación, de tanto pensar entre café y café y humo y humo y vapor y vapor… te pensé demasiado, no sé cuánto, quizá fue enfermizo, es lo correcto de la despedida de una mujer del hombre, del que fue su hombre, del que fueron uno, del que fueron años, porque nunca terminamos bien lo que empezamos y regresó a las vías de este tren de ensueño y los Rolling Stones cantan a un lado al Tren en Vano, rezando a Robert Johnson en su blueseo triste y amargado a punto de lágrimas... cuando te sientes fracaso total y no sabes qué hacer, Ana, y el único responsable soy yo mismo. Un perro aúlla. El cielo es gris. El traje que guardo en la maleta es gris. No es el mejor traje. Y el piso está húmedo. El frío me invade.
En eso un gato negro se abstuvo de pasar frente a mí, me sacó la vuelta, él también dudo al verme, creo, al mirar la transparencia de lo que soy, lo patético, pero me miró, se tomó el tiempo, compasivo en su único día en su vida de serlo, pensando que ya era demasiada mi mala suerte... no más, dijo, no más.... y todo, al final de la noche, Ana, que no podíamos ser más, porque, éramos fantasmas, Anna, literal, lo sabíamos, éramos fantasmas que no debimos ser corpóreos jamás, aunque en esos momentos sí te sentí y me sentiste lo más profundo posible, Ana, y así, saliendo el sol te das cuenta, me doy cuenta, que no hubo tren, no hubo silbato, no hubo nada, no hubo cielo gris, ni perro aullando, solo vapor que nada deja ver, vapor frío que te hace pensar que algo salió mal, desde mi propio nacimiento, mi propia muerte, mi propia ausencia y no existencia, Ana, y que en alguna parte de la vida o de la muerte algo salió mal, y ahora solo pienso más en los otros gatos negros que olvidaron su compasión, y que a veces descubro que me miran y se sonríen con malicia entre ellos en la complicidad de la oscuridad en esos pasillos húmedos y densos por los que me toca buscar la puerta perdida que me sacará de este limbo difuso, doloroso, espantoso, solitario, oscuro y eterno en el que tú ya nunca estarás.///1011
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