902. Mis galletas chinas. Abrí una, mal, otra, terrible, una más, horrenda, reclamé, me apalearon. ///

Nanocuento 902 de las 1,440 galletas chinas llenas de desgracia que hace cincuenta años me predijeron la gran vida interesante e intensa que tendría y que no se equivocaron /// 9 de agosto de 2025

SOLO ES UNA GALLETA

… y que aquí estoy, encadenado al filo de las piedras junto al mar, donde escucho las olas que golpean un minuto sí otro también en donde estoy en la confianza de que las mareas no harán que me ahogue pero con los años he visto que el agua sube en centímetros pocos año a año y que siento que un día, la suerte de las galletas chinas ya no será y quedaré irremediablemente ahogado, pero no pasa nada, la comida que me dan mis captores es horrenda y todo acabará bien ya sin esa comida espantosa, y eso pasa porque soy optimista a ultranza porque o por la marea que me ahogue o por el aburrimiento maldito de la comida, ya no estaré para ese sufrimiento... a menos que me suban otro medio metro... y... no debí hablar, vinieron mis desconocidos captores y ya me elevaron medio metro más sobre las olas del mar, así que no moriré ahogado y respecto a la misma comida de siempre, pues... a convencerme de que a veces sabe tan rica...

Y en eso despiertas y todo es un sueño pero decides aclarar la verdad.

Y piensas ir a la fábrica de galletas de la suerte a averiguar cómo se hacen los mensajes y descubres que te llevan por un pasillo de ladrillos y te agradecen  la visita y te quedas en un espacio y de pronto la curiosidad es tan grande que decides seguir a la fábrica en sí y en eso intuyes que es por unos pasillos.

Esos pasillos son angostos y asfixiantes y entras a unas escaleras que son interminables, mas pasillos y ahí hay tres mujeres que entre ellas escriben la suerte y se las dictan a otras tres mujeres que las escriben a máquina y que otras tres mujeres las recogen y las colocan en unas galletas que tres mujeres cocinaron previamente.

Después incrédulo vez como todas cambian turno y te acercas y ves a las que están con la creación de los mensajes y escuchas de viajes y escuchas de cuidarse de negocios y escuchas de ganar o perder la lotería y de pronto comprendes que una de ellas se está levantando y te da a ti lápiz y papel y te dice, “empieza a meterlas dentro de las galletas”. 

Y empiezas a dictar, “usted viajará pronto pero debe cuidar su dinero”, luego otra, “usted conocerá a alguien que le será ingenioso”, y una más “usted deberá tener cuidado a donde se mete”, y otra, “no se meta a escaleras que no le importan”. Y así te obligan a que se te ocurran una tras otra y una tras otra y ves otra que dice, “a veces no puedes escapar, o nunca puedes escapar, o nunca escaparás”.

Y tienes tanta sed. Como nunca en tu vida.

Y aparece otra que dice, "cuídate de no sentir sed, es de lo más espantoso del mundo". 

Y sí, es lo más espantoso del mundo. /// 902