Nanocuento 903 de las 1,003 parientes directos que llegaron o a la boda o al bautizo o al bar mitzvah o la ceremonia que se te ocurra, solo porque se metieron a genealogía y de ahí todos se descubrieron familia ya que por ahí tener el comprobante de ese dato será de gran ayuda para ir a Europa y conseguir los papeles para ahora sí, ser legítimos y flamantes ciudadanos europeos para disfrutar el continente en cuestión a todo lo ancho de sus caminos, ciudades, ruinas, incluyendo las nuevas que se irán quedando en el camino y así son las cosas... y nada más regresando a los parimientos, ¿te imaginas? que las señoras grandes pudieran seguir teniendo bebés más allá de lo inimaginable... con chance y si nos portamos bien, algo bueno ocurrirá... ¡deberá! /// 10 de agosto de 2025
NUNCA ES TARDE PARA CAMBIAR AL MUNDO
-Te quitaremos lo de los líquidos regenerativos, Rosaura. No es poca cosa y no es amenaza, es un hecho. Nunca hemos tenido rebeldes en el equipo.
-A mí nunca me dijeron que el semen era de un almacén de soldados para hacer soldados.
-¿Qué tiene que ver? Es solo la semilla del hombre, no importa de donde venga. Con que esté sana, escrutinizada, prospectada, proyectada.
-Pero va contra mi manera de pensar, yo no voy a tener un hijo para que lo eduquen ustedes en la violencia. No era es el acuerdo. Seríamos de paz. Era, es el lema de la Academia de Ciencias.
-¿Quién te dijo? Nosotros no educamos para la violencia. A lo mucho es la violencia la que viene hacia nosotros. Estos temas de frontera pues han sido de toda la vida. Y puede que un día estallen, pero es un tema que no sabemos si ocurrirá.
-Yo soy mujer de paz. No me involucraré en esto, Mónica. Mi ciencia que hago con mi equipo, es de paz.
-Veo que estás aferrada a una idea equivocada. Con el gobierno no se juega. Ni se le tantea. Te repito, te quitaremos lo de los líquidos regenerativos. La madurez regresará. Es lo que más ansiabas, ¿no?, tu juventud. Tu fuerza. Eso lo firmaste, quedaste que ibas a hacer servicios al gobierno. Los servicios de paz. Evitar lo que ocurre en los países de Europa con los niños que no llegaron. Y luego sabes que los servicios generativos son de paz. Eso firmaste, eso juraste. Por la bandera lo juraste. La bandera de nuestro país. Queremos niños.
-No, me la quieres cambiar, eso no firme. Solo lo de la paz. Si queremos niños, yo misma lo he querido. Pero a mí manera. A mí ritmo, a mí manera de ser. Lo demás me suena a un país de obediencia ciega. Ya me voy, me saldré del programa. Retírame de las becas. De los líquidos regenerativos. Hagan lo que quieran, no me prestaré a esta farsa. Ya fue mucho hacerme la estúpida por no ver lo que estaba pasando.
-De acuerdo, Rosaura, nunca pensé que llegaríamos a esto, tú eras parte del equipo de inteligencia, de las investigadoras. Desarrollaste las secuenciaciones de inteligencia artificial para mejores elecciones del semen. Tecnología para fortalecerla, potenciarla.
-Mónica, no inventes, todo esto es manipulación, como siempre andan cambiando todo, dándole el spin. Yo sí, entré con ideas de ayudar a mujeres a tener hijos, a ser fuertes, a ser jóvenes y fuertes, más tiempo. Pero también quiero un país equilibrado, pero no sé como me presté con los políticos. Tu mente fue colonizada por políticos. En alguna parte te llegaron al precio. Eras la idealista, Mónica, me hiciste creer.
-Y te beneficiaste grandemente. Te puedes retirar, Rosaura.
-Me voy primero, Mónica. Ni modo, que se venga la vejez, será bien recibida.
-Y no hay antivirus, Mónica, llegará la enfermedad, lo verás y todo por tu necedad.
--Que se venga como quiera. No colaboraré a labores militares o corruptas, te lo dije al principio, hace años. Adiós.
Cerró la puerta.
Mónica miró la puerta cerrada y luego a la pantalla. Hizo una llamada.
-Señora, sí, ya se fue, sí, enojada. Sí, no estuvo de acuerdo, con nada. Tiene razón, señora, sí, eso debí hacer, pido mis disculpas y acepto la llamada de atención… Sí, le retiraremos los apoyos. Seguiremos con los planes. Convenceremos a más, haremos campañas pagadas, sí, publicidad densa, en todos los medios. Nosotros tenemos la fuerza y la razón, así es, señora.
Colgó y se miró, era una belleza a sus setenta años y así seguiría, sí, ya era de tener otro bebé para dárselo al estado. Pensó en los privilegios que le acababa de quitar la Señora. Este año no viajaría a ningún Centro de Playa, ni a los clasificados C.
-¡Mónica estúpida!
Rosaura pensó saliendo, furiosa. No creía que le hicieran nada y había ahorrado lo suficiente. Mientras esperaba su transporte se miró al espejo.
Se veía vigorosa, fuerte, con energía, con luz. Con mirada intensa. Estuvo contenta con lo que miró. Sus formas atractivas. Su cabello largo enredado. Sus labios intensos. Sus senos turgentes apuntando al cielo. Sus caderas firmes. Sus piernas largas.
Sí, tenía que ver la ingeniería de la terraformación genética. ¿Pero qué importaba?
Ahí estaba la fuerza. La energía. La vibración de la gran inquietud. La ansiedad de ya empezar a cambiar lo que pudiera. Solo de pensar le estremecía.
Respecto a la vejez, reflexionó, su ritmo de madurez se aceleraría. Era todo, pero para eso tendría veinte años muy buenos todavía. Y sí, quería un bebé. Ya sentía la necesidad. La había sentido muchas veces, pero por trabajo nunca se había decidido.
Pero no se lo daría al estado. Sería de ella solamente y ella lo educaría como ella decidiera. Sabría cómo conseguir al hombre. Y su conciencia estaba despertando, sí, hasta ese momento, se recriminó brevemente, hasta podría hacer un movimiento social.
Ya tendría justificación y bases suficientes de cómo enfocarse con la suficiente experiencia y contactos por todo el planeta para ahora sí convocar todos los deseos y energías de muchas personas sobre cambiar al mundo.
Además es que los noventa y cuatro años, pensó, ya bien sabes cómo criar a un buen hombre. //903
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