NnCt 1223 de 1,440 posibilidades de llegar al cielo, tocar las estrellas, hablar con ellas y tú te enorgulleces de conocer sólo 50…///
-Mi amigo aquél que me contaba que si después de jugar boliche, sentías dolor en alguna parte, es que algo estuviste haciendo mal. ¿Tienes dolor o incomodidad en alguna parte?
Un cuarto como muchos, afuera el neón. La mancha urbana no muy lejos. Se sentía la paz en ese lugar. La armonía. Ellos dos sabían qué hacían, porqué y cómo, era su armonía.
Estaban desnudos. Habían tenido sexo glorioso, ellos lo consideraban así, después de tantas veces, de tanto saber dónde cuándo y cómo vibraba cada quien y ya estaban en ese limbo momentáneo lleno de placer en la nube y de ir checando lentamente si sus estructuras estaban todas en orden. Mente, conciencia, recuerdos inmediatos, electricidad en la piel, lo que esté punzando que siguiera punzando y que siga punzando más y el corazón y lo que tenga que palpitar, palpite.
-Nada de nada, todo está a gusto, cómo debe estar, creo, sin que suene a mecanismo, tal como sueles hacerlo tú, que siempre dejas el romanticismo afuera del cuarto… pero sí, todo fluyendo, vaya que fluyendo, como debe de, este, fluir… si acaso el temblorcito de siempre y mi susto de sentir tu corazón tan rápido, me asusta tu taquicardia…
-No es taquicardia, es solo el esfuerzo enfocado, Yol…
-Lo único es que te veo algo callado… en qué piensas, ¿en alguna maniobra que debiste hacer antes o después…? Guárdala para después… no siempre estamos para hacer todo de todo, Rami…
-No, lo que pasa es que… algo me sigue inquietando…
Ella lo miró preocupada. Dijo:
-¿Otra vez ese ruido de tu carro?, déjalo afuera de tu mente, por favor, todo tiene arreglo, es parte del sistema… estamos aquí para dejar al mundo afuera dos, tres horas…
Ramiro sonrió.
-No, es otra cosa. O tal vez tiene que ver. Es cuando estuve escribiendo acerca del Sistema. Y todo empezó cuando empecé a preguntarme de la estructura en sí del Sistema.
-¿Que quien diseñó el Sistema? ¿El del carro? La Ford, ¿no? Sus ingenieros.
-Si, precisamente eso, quien diseñó el Sistema? Con letra “s” mayúscula. Sistema. Pero no el del carro, Yol, el que nos rodea.
Ella lo miró viéndole los pezones y de inmediato se tapó el busto, no le gustaba que le viera el busto antes o después de tener sexo. Ella le respondió:
-El Sistema es un grupo de… o un conjunto de… armazón complejo de interacciones en el universo a nivel macro o micro, a nivel tú, a nivel yo, a nivel la galaxia o antes o después, y de esas interacciones la gente o tú o yo entendemos que hay reglas, Ramiro. O sea, un Big Bang, un sistema de leyes, o un Génesis, un sistema de acuerdos, también de leyes, unas de física, otras de religiones… Sí, debe haber un sistema, pero solo está ahí… nada que ver nosotros en él…
Ramiro la miró en sus curvas sinuosas, cubiertas por la sábana, adivinando su piel, su sentir, su aroma, lo agitado de las respiraciones tan solo unos minutos atrás.
-Yolanda, ya lo sé, pero quién lo hizo, ¿es artificial? ¿es espontáneo? ¿Es distinta a la mía, esa mi percepción de lo divino, insisto, distinta que la tuya?
Ella miró los espejos de arriba de la cama. Vio las siluetas juntas y las recordó entrelazadas sin saber de quien era aquellas piernas, espalda, demás.
-Ramiro, papito, mi realidad es diferente de la tuya. Tú eres receptor, emisor de mensajes, de percepciones y en alguna parte de ti se asimilan, y se registran, o al revés, se reciben, y se registran, se asimilan y de ahí actúas, de ahí respondes, tal vez de ahí razones.
Ramiro se concentró en sus labios carnosos deliciosos que estuvieron haciendo mil caricias y malicias en su propio cuerpo. Le respondió sin vacilar acariciándole el largo cabello negro:
-Estoy de acuerdo, Yolanda, pero entendamos que hay una misma realidad, y tú eres mujer y yo hombre. Y aquí se da un no sé qué… milagro, de que nos entendamos corporalmente, emocionalmente y todo lo que termine en “-mente”. ¿El Sistema lo permite?
-Ya lo vi, mi cielo y vaya que eres hombre, y vaya que soy mujer, ya lo viste… y sí, el Sistema no siempre debe ser negativo en sus interacciones…
La miré y sonreí.
-Presumes, Yol. Y presumes lo que es, somos dos seres que se complementan, tienes razón. Es el Sistema. Así está hecho. Sólo uno decide si es a favor o en contra de sus reglas o dinámicas o leyes o no sé. ¿Propiedades?
-¿Pero qué le discutes, Rami? No hay otra manera de ser, es nuestra manera de desarrollarnos en este planeta. O quizá es el universo. Es la manera de que los sexos produzcan más seres humanos, sí, se le agregó de manera extra por fuerzas extras al tema del placer el de la culpa y la moral y el pecado, pero esa es otra conversación…
-Estoy de acuerdo, eso es fuera del Sistema. Y a veces pienso que nunca entenderé nada.
-Te conozco, eso te conflictúa, mi cielo…
-Mucho, a veces siento que estoy tan cerca de saberlo, de asimilar dentro de mí este asunto del Sistema. Sería sencillo de resolver en mi mente de que Dios puede que lo haya hecho, con todo lo de la creación, de que todo funciona así, el mar, los cielos, los pescaditos, los leones, las ovejas, los seres humanos y así mismo creo el Sistema de interacciones, pero también tengo mis dudas…
-Basta, Ramiro, a lo que te traje, mijo… Apaga la luz, ¿quieres? Cuéntame más como el sistema tuyo se integra perfectamente con el mío que ahora quiero que me derrames más de tus conocimientos y que me ilumines… mmm, profundamente mi cielo, con tu luz, tu gran y generosa luz interior…
Ramiro ya no dijo nada, solo obedeció o creyó obedecer o su mismo cuerpo lo demostró a través de una clara señal apuntando a los cielos y a los universos, le dijo:
-Sí, lo que tú quieras, mi Yol...
Arriba, en otro plano, las entidades llamadas Dios y una de ellas, Sisifel, la encargada del Sistema, le dijo:
-Así es todos los días, señor…
-Déjalo, el Sistema lo envuelve lo suficiente, y ahorita, este amigo está ocupado. Al rato se le olvida. Ah, ¡ya deja de mirarlos, Sisifel! Déjalos en lo suyo… salgamos, tenemos problemas quánticos con las otras realidades.
-Es que señor, mira, este, de acuerdo… pero me dijiste que lo tuviera bajo observación por lo del Sistema.
Sisifel pensó: “Como tú sí los ves, Señor, porque estás en todas partes…”.
-¡Sisifel, sabes que sé lo que piensas tú y el universo entero al instante! Y lo del Sistema es importante, cualquier razonamiento u observación sobre el Sistema me ayudará a mí también entenderlo. Recuerda, nosotros los dioses sólo somos usuarios o huéspedes de él y han pasado todos los billones de años y seguimos averiguando su origen… y tú, perdiendo el tiempo…
Sisifel enrojeció:
-Perdón, señor. Es que… ya sé, ya sé… vamos a la Sala Quántica de Realidades Alternas…
Salieron no sin antes Sisifel, enrojeciendo, dio una última mirada y lleno de sorpresa de la última… maniobra que alcanzó a apreciar de reojo.
Abajo, en ese cuarto de hotel en la noche y con luces de neón cerca, Ramiro y Yolanda se encontraban nuevos placeres dentro del Sistema.
De hecho, al parecer de Sisifel, la encargada del Sistema, sí, totalmente bueno. ///1223
 
 
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